Home / News / Architettura e Design /
El proyecto «Leopoldine» es una iniciativa promovida y patrocinada por Bonifiche Ferraresi, la mayor empresa agrícola de Italia, destinada a combatir el fenómeno de abandono y degradación de los leopoldine, edificios históricos de la Valdichiana. La recuperación afectará a 21 de los 260 leopoldine de la zona de Arezzo .
El proyecto cobró vida a finales del año pasado con la renovación de todo el complejo Podere ‘I Granai’ en Fratta Santa Caterina. La leopoldina en cuestión, con una superficie total de unos 1.500 metros cuadrados, albergará el nuevo centro de gestión de la empresa Bonifiche Ferraresi.
El proyecto consiste en la renovación y restauración conservadora del edificio, que incluirá la construcción de:
- una zona de oficinas con una sala de reuniones contigua en la primera planta;
- un nuevo centro de investigación y transformación de plantas medicinales;
- una zona de recepción y degustación de productos en el porche cubierto original.
La aplicación del suelo de vifrio elevado resultó ser la opción óptima, en consonancia con los objetivos de diseño de preservar y realzar a la vez el suelo original.
Detalle del suelo original de Leopoldine
La instalación de un suelo elevado en procesos de rehabilitación de edificios históricos suele resultar una operación compleja, debido principalmente a la irregularidad de la superficie de apoyo.
Leopoldine: la construcción del suelo de vidrio elevado
El proyecto, de arch. Vincenzo La Rosa, tenía como objetivo conservar y hacer visible en su totalidad el antiguo suelo de baldosas de una típica granja toscana.
Sin embargo, presentaba dificultades considerables en términos de construcción: «además de ser extremadamente accidentado «, dice Fabio di Marco, director de ventas de Nesite, «había canales de drenaje y había que colocarlo a la antigua usanza, con el clásico lomo de asno.
Detalle de colocación del suelo de vidrio
También querían evitar el habitual marco perimetral, incluso alrededor de los antiguos pilares de apoyo.
Como no fue posible cortar a medida los paneles de vidrio extraclaro de 32 mm de grosor durante la instalación, se realizó un estudio en 3D para verificar las medidas reales y la falta de escuadría de la mampostería.
En consecuencia, se revisaron para que fueran modulares y simétricos entre sí. Se necesitaron hasta 29 tamaños diferentes, de un total de unos 410 paneles, desde el más pequeño de 530 x 560 mm hasta el mayor de 900 x 680 mm.
Comienzo de la colocación del suelo de vidrio
Posteriormente, se elaboró el plan de colocación in situ (mediciones en mano) y se llevó a cabo una verificación más detallada. Una vez iniciada la instalación, fue necesario bloquear y nivelar químicamente todas las columnas de soporte.
También se instaló un sistema de iluminación especial bajo el suelo.
No cabe duda de que el proyecto puso a prueba no sólo nuestros conocimientos técnicos, sino también nuestra capacidad para adaptarnos a los requisitos arquitectónicos.
Suelo de vidrio flotante acabado
El resultado es sin duda de muy alto nivel, gracias también a la continua y competente dirección del diseñador arch. Vincenzo la Rosa, a quien agradecemos que nos haya brindado la oportunidad de mostrar las infinitas posibilidades que ofrecen los suelos elevados NESITE.