Un suelo elevado es un sistema de suelo modular compuesto por paneles desmontables soportados por una estructura de acero galvanizado. Este tipo de suelo crea un espacio vacío bajo la superficie de pisada, proporcionando una zona para alojar cableado, tuberías, instalaciones eléctricas y otros.

Entre las principales ventajas de los suelos elevados destacan la rapidez de instalación gracias a la colocación en seco (sin necesidad de solado), la flexibilidad en la gestión de las instalaciones, la facilidad de acceso y mantenimiento de los cables y servicios situados debajo, y la posibilidad de reorganizar el espacio interior de forma rápida y flexible.

La estética de un suelo técnico es uno de los aspectos más versátiles, ya que se puede elegir entre una amplia gama de materiales y colores. De hecho, existen todo tipo de revestimientos para suelos, desde textiles a resilientes, pasando por cerámica, piedra o madera natural (consulte la sección de acabados).

Nesite también es especialmente activa en la búsqueda de nuevas soluciones, un camino que ha llevado a la creación de sistemas exclusivos como:

• el suelo de led JUNO

• el sistema de plantas FLOORA

• el suelo con un acabado de resina 4.0

• el suelo con un acabado en CORCHO NATURAL

Los suelos elevados pueden utilizarse en muchos tipos de proyectos, como centros de oficinas y comerciales, museos, centros de datos, hospitales, hoteles, aeropuertos, etc. Por lo tanto, son especialmente adecuados para entornos que requieren una gestión eficiente de los cables y la infraestructura técnica, así como para espacios que requieren flexibilidad en la disposición y la configuración.

Los suelos elevados son un sistema inmediato y no invasivo, ya que no se realiza ningún tipo de obra. Por ello, se utilizan en la rehabilitación y/o renovación de edificios históricos, ya que permiten hacer más eficiente el entorno conservando intacto el patrimonio arquitectónico.

Además, el suelo técnico, en su versión en vidrio, puede utilizarse para proteger y valorizar elementos de interés presentes a nivel del suelo, como objetos históricos o mosaicos (ejemplo proyecto del Palacio Bonaparte).

Ciertamente, el fondo irregular es una prerrogativa presente en la mayoría de los proyectos de renovación. La instalación de suelos elevados, en cualquier caso, debe ser llevada a cabo por profesionales con experiencia, tanto por cuestiones de planimetría como de seguridad.

Emblemático en este sentido es el tendido para el proyecto Leopoldine realizado sobre una superficie extremadamente irregular.

El suelo elevado puede diseñarse en versión antisísmica, lo que implica la integración de un sistema de arriostramiento mediante tirantes al nivel de la estructura.

El diseño antisísmico de suelos elevados forma parte del servicio de consultoría de Nesite desde hace muchos años, con proyectos emblemáticos en este sentido como el Centro Cívico de Cristchurch en Nueva Zelanda y el Louvre de Abu Dhabi.

El suelo elevado sísmico Nesite también se utilizó durante la prueba de lanzamiento del sistema de simulación sísmica 9D LAB de Eucentre. En este artículo en este artículo.

Los suelos elevados son soluciones técnicas especialmente diseñadas en función de los requisitos de carga de cada proyecto. Existen diferentes tipos de estructuras y paneles de varios grosores para garantizar un soporte adecuado, incluso en el caso de pesos muy elevados, como en los centros de datos.

Por supuesto, de hecho la gama de productos Nesite incluye el suelo radiante Diffuse. Se trata de un sistema de calefacción por suelo radiante energéticamente eficiente que ofrece todas las ventajas de un suelo elevado, como la instalación en seco y la accesibilidad total al plenum del suelo.

Las alturas de los suelos elevados oscilan entre un mínimo de 5 cm (suelo acabado) y más de 150 cm.

La limpieza de suelos elevados no requiere cuidados especiales. No obstante, se proporciona una ficha de mantenimiento específica para cada tipo de panel y acabado con el fin de preservar las características estéticas a lo largo del tiempo.