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Hace unos días se realizó la auditoría necesaria para la obtención de la certificación C2C de los suelos técnicos Nesite, que implementará los estándares de sostenibilidad de nuestro sistema de sulfato cálcico según los principios de la economía circular. De hecho, el camino Cradle to Cradle, antagonista del Cradle to Grave (o «desechable»), tiene como objetivo crear un sistema de producción que respete la vida y las generaciones futuras, promoviendo una industria basada en 3 puntos fundamentales:
– Residuos = Nutrientes: cada producto debe convertirse en un recurso para otros sistemas de producción.
– Fomentar el uso de energías renovables.
– Celebrar y respetar la diversidad natural, social y cultural
EL VALOR AÑADIDO DE LA CERTIFICACIÓN C2C
Actualmente, en el sector de la construcción en el que operamos, la construcción y demolición (C&D) generan el 33,5% del total de residuos resultantes de las actividades económicas en Europa. En este sentido, la certificación C2C introduce un cambio de paradigma en el sector, es decir, el diseño regenerativo de edificios, capaces de ofrecer un desarrollo positivo para el hombre, el medio ambiente y la economía. De hecho, la certificación Cradle to Cradle integra un enfoque de economía circular que une las dimensiones industrial y social en un marco económico, ofreciendo un esquema para el diseño de productos cuyos materiales fluyen en ciclos de recuperación potencialmente infinitos.
Para obtener la certificación Cradle to Cradle, cada producto se evalúa en función de 5 parámetros bien definidos.
1. SALUDABLE – uso de materias primas saludables.
2. CICLO DE VIDA – recuperación y reciclaje del producto al final de su vida.
3. ENERGÍA – uso de fuentes renovables.
4. RECURSOS – protección del suelo y los recursos hídricos.
5. RESPONSABILIDAD SOCIAL – implementación de prácticas laborales justas, seguras y equitativas.
Es interesante la importancia del aspecto social dentro de una certificación ambiental, que se convierte así no sólo en una certificación internacional de producto, sino también en una certificación de proceso que incluye todos los aspectos: productivo, cualitativo y ético.
El proceso de certificación C2C, el estándar más ambicioso en el diseño y producción de productos circulares, se enmarca en el proyecto corporativo de sostenibilidad con el objetivo de aportar soluciones capaces de preservar los recursos a través de prácticas de recuperación, minimizando los residuos. Además, con la certificación C2C, nos comprometemos a implementar un camino de mejora continua y medible, extendido a toda la cadena de suministro y sujeto a verificación cada 3 años, que conducirá a un aumento de la eficiencia de los procesos productivos para preservar la calidad de las materias primas para futuras reutilizaciones.
La primera certificación C2C de los suelos técnicos Nesite se referirá a sistemas con núcleo de sulfato de calcio sin revestimiento.
Megiston